Los mayas son una de las civilizaciones antiguas que más admiramos por sus increíbles aportes, tecnologías, costumbres, rituales y ofrendas; desde los destinados al amor, los relacionados con la muerte o hasta los fenómenos naturales.
La civilización maya se basaba en sus creencias religiosas y la lucha entre el bien y el mal. Los dioses del bien causaban cosas positivas como buenas cosechas y los dioses del mal causaban desastres naturales o diversas calamidades.
Para los mayas, cualquier principio o final constituía una razón para realizar un ritual, ya que era una manera de atraer la suerte y cerrar correctamente los procesos.
Sacrificios humanos
Los rituales constituían una de las costumbres más importantes y en ellos predominaban los sacrificios humanos y ofrendas para recibir el favor de los dioses o evitar su ira. Una forma común de hacerlo era ahogando a los sujetos en los cenotes sagrados, ya que según ellos el dios Chac habitaba en sus profundidades, aunque también existían diversas técnicas de sacrificio humano, como la extracción del corazón, la decapitación, o el flechamiento.
Entre los objetivos del sacrificio estaban el obtener el líquido precioso, es decir, la sangre, extraer el corazón así como cabeza de la víctima. Posteriormente se podían desollar los cuerpos y podían ingerir algunas de sus partes, como un tipo de canibalismo ritual
Tipos de rituales mayas
Los rituales de la cultura maya tenían distintos objetivos, a continuación conoceremos algunos de los más importantes.
Rituales funerarios
Los mayas temían a lo que podía suceder después de la muerte, al juicio de los dioses. Para ellos, un guerrero que se sacrificaba en el campo de batalla, o los niños que perdían la vida al momento de nacer tenían las muertes más nobles y les esperaba su propio paraíso.
Los que no morían de una manera tan noble tenían que hacer un viaje en busca de los cielos; si conseguían completar el camino, llegaban a su destino. Las personas que vivían en pecado eran enviadas al Xibalbá, el equivalente al infierno maya.
También tenían la costumbre de erigir un altar u ofrenda para los difuntos, allí se colocaban los objetos que se quería que les acompañase en su viaje al ultramundo.
Pero las costumbres funerarias más laboriosas eran las de la clase alta, entre las que destacaban las siguientes:
- El cadáver era quemado y sus cenizas eran colocadas en vasijas y luego utilizadas en la construcción de templos.
- Las cenizas se guardaban en estatuas vacías en la zona de la nuca.
- Los mayas conocidos como Cocomes, los cadáveres se ponían a hervir hasta que se podía separar la carne del hueso. Las partes que habían tenido carne eran moldeadas para hacer una “nueva cara” con una resina especial, de forma que se pareciera lo máximo posible al difunto.
Rituales mayas de amor
Los rituales para el amor también eran muy importantes para los antiguos mayas, entre ellos se encontraban los hechizos de amor para juntar las almas de las dos personas para que estuvieran juntas de por vida.
Estos amarres se hacían en honor a las diosas Xochiquetzal y Xochipili que se encargaban de juntar los destinos de las dos personas.
La persona que buscaba el amor debía tener un objeto de su amado o amada y colocarlo en una efigie hecha de cera o madera. Esta construcción representaba que las diosas hacían el amarre entre las dos personas y con ello simbolizaba el amor eterno.
Posiblemente, estos rituales mayas fueron parte del inicio de los amarres mágicos que conocemos hoy en día.
Rituales mayas para bodas
Las bodas mayas tienen una larga tradición prehispánica llena de misticismo y espiritualidad. Se suelen celebrar en un entorno especial, como una zona arqueológica, en cuevas ocultas, en playas o en un lugar rodeado de vegetación.
La tradición maya indica que el novio debe obsequiar a la familia un dote, conocido como muhul, compuesto por chocolate amargo, aguardientes de caña, animales vivos, peinetas de marfil, huipil y otros accesorios que la mujer debía usar en la ceremonia.
Esta ofrenda se debía llevar a cabo antes de preparar la boda; en el caso de que la familia la aceptara, ya se podían comenzar los preparativos de la boda.
Los novios deben vestir de blanco y el sacerdote que oficia la ceremonia debe hacer un círculo de tierra donde entrarán los novios. Se coloca frente a la pareja e invoca a los cuatro elementos, entonces los esposos intercambian anillos, votos y cualquier otro objeto que represente la unión.
Finalmente los esposos deben ofrecer cuatro elementos: semillas, frutos, flores u otros elementos relacionados. Es muy importante que el maíz esté presente, ya que es representa el comienzo de una nueva vida en pareja. El cacao también es importante, porque representa unión, prosperidad y riqueza.
Rituales mayas para el día de los muertos
En el caso de la cultura maya, el día de los muertos se conoce como Hanal Pixán, un período de tiempo que se dedica a homenajear la memoria de los muertos. Se organiza una fiesta en la que se ofrece comida y bebidas a las almas de los “fieles difuntos”, en donde, hasta la actualidad, se mezclan elementos mayas y cristianos.
Durante los años ha persistido la costumbre de enterrar a los difuntos con accesorios y ofrendas que le ayudarían a partir a su viaje al más allá.
Como aporte cristiano, la celebración empieza el 31 de octubre y culmina el 9 de noviembre, día en que termina el día de los muertos en muchos lugares de Mesoamérica.
La tradición maya incluye muchos ritos, pero el más común consiste en colocar una mesa como altar, iluminada con velas de cera cerca de las sepulturas de los familiares, allí se coloca la comida que se ofrece a los muertos.
En esencia, los amarres de amor, las bodas mayas y la celebración del día de los muertos están muy vigentes en la actualidad, con ciertas diferencias.
Si bien los sacrificios humanos constituyen la practica más polémica de esta civilización, su objetivo principal era recibir vida, salud y sustento, es quizás la única parte de la historia maya que muchos quisieran cambiar ¿Qué opinas?
Julia Anaya actualmente es la vidente y tarotista más veterana del equipo de Coral Molina, exceptuando a la propia Coral. Sus sesiones de videncia sin cartas son internacionalmente conocidas.
