Tiahuanaco es el nombre de la cultura más antigua de América y de una antigua ciudad arqueológica ubicada en Bolivia.

La cultura Tiahuanaco abarcó, además de Bolivia, los actuales países de Perú y el norte de Chile entre el año 1500 a. C. y 1187 d. C. Pero desapareció repentinamente y de forma misteriosa, ya que no se conocen los motivos de su pérdida. Pero parte de su cultura fue heredada por los Incas.
La cultura Tiahuanaco se conoce así por el nombre de su capital, Tiwanaku, situada en la orilla sur del lago Titicaca. En principio fue una pequeña comunidad agrícola que, sin armas ni guerras, se convirtió en un imperio, no por su dominio sino por su primacía cultural.
La civilización Tiahuanaco
Durante la primera mitad de su existencia, los Tiahuanaco fueron una población sencilla que vivía de la agricultura y la pesca. Y además tomaba los recursos que necesitaba gracias al lago Titicaca. Los estudiosos explican que la domesticación de la llama fue el hecho que les permitió crecer porque pudieron empezar a comerciar con otras comunidades de la cuenca del Titicaca.

Con el tiempo, la civilización se fue expandiendo y fundaron nuevas ciudades y poblaciones que funcionaban como centros de producción. Todas bajo el modelo de la ciudad madre.
Tiahuanaco conservó su posición gracias a su prestigio e influencia religiosa. Algunas de sus prácticas, como ofrendas submarinas, o el culto al dios Wiracocha, fueron adoptadas siglos después por los Incas.
La civilización dejó grandes tesoros de artesanía hecha de cerámica, el material arqueológico más abundante para los estudiosos de su cultura, junto con sus construcciones monumentales.
Los edificios que hoy permanecen en pie en las ruinas de la capital son ceremoniales. Y entre ellos destacan La Puerta del Sol, dos grandes monolitos (el monolito Ponce y el monolito Barbado), la pirámide de Akapana o el complejo Puma Punku.
¿Por qué es tan misteriosa la ciudad de Tiahuanaco?
Los que más llama la atención y gran parte del misterio que rodea a esta ciudad se deriva de la perfección de las construcciones. Y sobre todo, el tamaño y el peso de algunos bloques que se usaron para las mismas. Que en algunos casos superan las 100 toneladas de peso y fueron llevadas desde canteras situadas de 30 a los 300 kilómetros de distancia de la propia urbe.

Esto, sumado a la compleja orografía. Pues el yacimiento se ubica a más de 3600 metros de altitud sobre el nivel del mar, franqueado tanto al este como al oeste por dos cadenas montañosas que alcanzan más de 4700 y 6000 metros de altura respectivamente.
No se explica cómo los habitantes de Tiahuanaco pudieron edificar tales construcciones. Lo que dio a pie a explicaciones mitológicas, que aseguraban que la ciudad fue hecha por una raza de gigantes en una sola noche.
Por otro lado, hace unos pocos años se descubrió que el complejo arqueológico es más grande de lo que se conoce. La ciudad se extiende sobre unas 600 hectáreas, además de construcciones subterráneas por estudiar, como plazas, dos plataformas de una pirámide, una pirámide pequeña, un templo, entre otras.
Puertas interestelares
La puerta más reconocida del completo arqueológico de Tiahuanaco es La Puerta del Sol. Es un monumento en forma de portal coronada por una figura humanoide que podría representar a un dios o un rey, además de símbolos tallados de los que se desconoce su significado.

La Puerta del Sol no da a ninguna parte en apariencia. Pero se ha descubierto que cuando llega el equinoccio austral de primavera cada 21 de septiembre, los primeros rayos del sol penetran hacia las cinco de la mañana, atravesando la puerta.
Curiosamente, esa fecha es la misma que los mayas utilizaban para indicar la llegada del Kukulkán, que consideraban su jefe instructor.
De acuerdo con las tradiciones se dice que la Puerta del Sol puede ser un portal entre dimensiones.
Por otro lado, se dice que el personaje que aparece en la parte frontal puede representar al dios Viracocha que es la deidad suprema de las culturas andinas, quien habría partido por esta puerta hacia su viaje al cosmos y regresaría al final de los tiempos para reivindicar a los pueblos incas.
Pero la Puerta del Sol no es la única que se encontró en la ciudad de Tiahuanaco. También se encontró la Puerta de la Luna, que marcaba la entrada a un cementerio infantil ubicado en la cima de un montículo antiguo. Existen registros que indican que pudieron haber existido otras puertas más pequeñas sobre algunas de las plataformas, de las que no se conoce su objetivo.
La misteriosa desaparición de la civilización Tiahuanaco
Una de las preguntas que más se hacen los investigadores es por qué desapareció una civilización que era tan grande y hoy resulta tan poco conocida.
Lo único que se sabe es que en el siglo X, la civilización Tiahuanaco entró en decadencia de forma muy acelerada y desapareció en pocas décadas. A finales del siglo XI la ciudad capital fue abandonada y otros asentamientos que habían crecido bajo su influencia comenzaron a desarrollarse de manera independiente.

Las causas de su desaparición se atribuyeron en un inicio al cambio climático por la dependencia de la ciudad del lago. Por lo que un cambio en los patrones de precipitaciones pudo causar una inundación, o un cambio en la salinidad del suelo pudo acabar con los cultivos. Sin embargo, las investigaciones demostraron que estos cambios se produjeron mucho después del abandono de la ciudad.
Por otra parte, existió la teoría de que la ciudad fue invadida por otros pueblos, pero esto no explica por qué solo la capital sufrió las consecuencias.
Otros piensan que la cultura Tiahuanaco simplemente se diseminó y evolucionó de forma distinta en las diversas poblaciones que la componían.
Aunque la ciudad fuera abandonada, su legado cultural se mantuvo. Incluso en el apogeo del imperio Incaico, el lago Titicaca seguía siendo un lugar de peregrinación, ya que lo consideraban el lugar donde había nacido el mundo y la ciudad ya en ruinas era un espacio sagrado para ellos.